sexta-feira, 14 de fevereiro de 2014



ENCUENTROS

por Eugenia Cano*


“Ella es mi mujer, éstos son mis hijos y esta es tu casa, puedes venir aquí cuando extrañes a tu familia”, esas fueron las palabras de bienvenida que me dio mi maestro, MPS Asan en Kerala, India, el primer día que fui a su casa a tomar clase de Kathakali. Sin duda, conocer a mi maestro es uno de los encuentros más importantes que he tenido. ¿Qué hizo que este encuentro fuera así? Ya había tomado clases con muchas personas, ya tenía varios años haciendo teatro, tenía como 27 años de edad. ¿Qué hace que un encuentro sea contundente? Generalmente los encuentros te los pone la vida pero cuanto tú organizas el encuentro de varias personas, ¿qué debemos hacer o qué debemos tomar en cuenta para que resulte positivo?

Nuevamente me acuerdo de mi maestro, no es la persona más culta que conozco, ni el mejor actor, entonces ¿qué me marcó en mi encuentro con él? De entrada que el encuentro duró cuatro años, donde hubo muchas horas de clase, mucha paciencia de su parte, muchas ganas de la mía. Días y días para que yo aprendiera una pequeña escena pues me costaba mucho trabajo aprender los textos por el idioma. Así pasaron esos años de enseñanza, pero no solo fueron clases, también  platicamos mucho, comí en su casa infinidad de veces, su esposa me hacía un dulce para mi cumpleaños, me recibían en las fiestas de la familia como a un miembro más y sin embargo somos muy distintos, mi maestro y yo somos muy distintos y ambos lo sabemos pero nunca importó, siempre fui su alumna, me trató como a una hija y me dejó ir. Sé que es una historia ideal pero ¿qué hacer cuando solo tenemos diez días para lograr un encuentro? Una técnica teatral no se aprende en diez días, es difícil en un taller de 40 horas llegar a un cambio real, entonces ¿qué hacer? Si bien con mi maestro pasé cuatro años, ¿qué es lo más importante que me legó? Sin duda, un enorme respeto al trabajo y una comprensión muy grande entre los dos en el entendimiento que somos distintos, tal vez mucho, pero el teatro nos hizo compartir algo más importante: nuestra humanidad. Por eso creo que los encuentros contundentes o positivos son aquellos que nos permiten compartir nuestra naturaleza, donde nos sentimos incluid@s, donde nos sentimos parte de un grupo.






 * Eugenia Cano é de Guanajuato, México. Participou do Vértice Brasil em 2010, com o espetáculo infantil Alas de Mariposa. É diretora e atriz da companhia de teatro Kalipatos. http://kalipatos.com/

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